Van acortando los días y volvemos a tener el cielo oscuro en horas menos intempestivas... ¡aprovecha para mirarlo antes de que empiece el frío de verdad!
Al ponerse el sol, por el oeste, verás brillando a Saturno, entre las estrellas de Acuario, y, ya bien entrada la noche, Júpiter brillando muchísimo saliendo por el este. Estos dos planetas están en el mejor momento del año para observarlos. El pasado día 21 tuvimos una ocultación de Saturno por la Luna, y pude fotografiarlo:
Saturno saliendo tras la parte oscura de una Luna ya menguante.
La gran Ilusión, historia que me vino a la cabeza al contemplar esta ocultación.
Vamos poco a poco colocándonos en el mismo plano que los anillos de Saturno y dentro de poco dejaremos de verlos durante unos meses.
Júpiter con sus cuatro lunas mayores, visibles con prismáticos.
El día 18 entre las 2 y las 5 am tendremos un eclipse parcial de Luna. No es tan espectacular como uno total, pero merece la pena disfrutarlo.
Si tienes la suerte de estar en un sitio oscuro, los días sin luna podrás ver al anochecer el plano de la Vía Láctea cruzando el cielo por el zenit.
Los oscuros cielos de la provincia de Teruel
La Vía Láctea sobre el pantano de Mezalocha.
El centro de nuestra Galaxia sobre la cúpula del observatorio de Javalambre.
La pequeña nebulosa brillante del centro es la nebulosa de la Laguna, M8, que en fotografía de larga exposición luce así:
El triángulo de verano se nos va ladeando hacia el oeste, dando sentido al significado del nombre de Vega: "el águila que se precipita". Todavía puedes disfrutar con unos prismáticos del cúmulo de la percha, muy fácil de encontrar.
Y en el centro del triángulo tienes a Albireo, la cabeza del cisne. La estrella más brillante de su interior, que con prismáticos puedes ver que es doble y distinguir los colores de sus dos componentes.
Busca en el cuadrilátero de Hércules con los prismáticos ese borroncillo, el gran cúmulo formado por cientos de miles de estrellas apelotonadas. Cúmulos globulares que surgieron de colisiones de galaxias y que ahora orbitan alrededor del plano de nuestra Vía Láctea. Al final de esta entrada incluyo un relato relacionado con esta imagen.
El gran cúmulo de Hécules, M13, visto al telescopio.
El cúmulo M22 en Sagitario produce menos dolores de cervicales al verlo.
No dejes los prismáticos y busca el cúmulo abierto M11 en el Escudo.
Y empiezan ya a coger altura algunos objetos que nos harán disfrutar de lo lindo con cualquier prismático, como la gran Galaxia de Andrómeda. Es la gran galaxia más cercana a la nuestra. Sólo está a 2,3 millones de años luz. Algún día se fusionará con nuestra Vía Láctea. No te sientes todavía a ver el espectáculo. Para entonces las malvas ya estarán más que criadas... y más que mustias.
La Galaxia de Andrómeda, M31, fotografiada con 135mm.
Y desde Casiopea a Perseo puedes encontrar el doble cúmulo. Dos por el precio de un vistazo de prismáticos.
El cúmulo doble de Perseo y las nebulosas del Alma y el Corazón, con 135mm.
Tras la media noche irán apareciendo las Pléyades. Ese grupete de estrellas que ya van creciendo y este año empezarán segundo de infantil. ¿Cuántas puedes ver a simple vista? Cuidadín con la respuesta, que si ves siete puedes acabar de vigilante en la cofa del barco por tener una vista magnífica. Con prismáticos, o catalejo, verás muchísimas más.
Y a finales de mes, antes del amanecer y por donde va a salir el Sol, es muy probable que podamos ver al que se espera que sea uno de los grandes cometas de las últimas décadas... A ver si cumple o lo tenemos que devolver a la Nube de Oort.
El último cometa visible a simple vista que nos visitó, el Neowise de 2020.
Y aquí va el relato prometido de "
Delirio Cósmico", relacionado con el Gran Cúmulo de Hércules:
Las lentejas de Arecibo.
En el año 1974 se quiso enviar un mensaje de radio al espacio para tratar de comunicarnos con quien fuera, en donde fuera. Y como no teníamos mucha idea en esos años, ni ahora, de dónde podrían escucharnos mejor, se decidió mandar a la capital…
En la constelación de Hércules hay un punto borroso que puede verse con prismáticos grandes. Es el Gran Cúmulo de Hércules. Está en los alrededores de nuestra galaxia. Es un tremendo apelotonamiento de estrellas. Como una mora, pero una mora de tres kilos. Se calcula que puede haber cerca de un millón de estrellas todas juntas. Y claro, cada estrella tendrá sus planetas. Y algunos podrán ser habitables. Y puede que haya civilizaciones, o no. Pero desde luego es de lo más denso que conocemos.
Pues hacia allí apuntó el radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico, para enviar información de dónde estamos, de nuestra estructura de ADN, de nuestra especie, de nuestro sistema solar, y del telescopio emisor. Envió una serie de unos y ceros durante menos de tres minutos.
Dentro de 22129 años está previsto que el mensaje pase por el Cúmulo de Hércules. En ese momento alguien, en ese allá, tendrá que sacar la antena y apuntar hacia Arecibo. Tendrá que estar atento en esos tres minutos porque el mensaje pasará de largo. Tendrá que entender la codificación, descifrarlo y contestar. Eso, supongo yo, llevará su tiempo.
Si se anima a contestar tendremos que esperar otros 22180 años para que nos llegue la respuesta. Imagino que no jugarán a cambiar el código y que no perderemos mucho tiempo en descifrarlo. Cuando lo leamos, yo espero que ponga algo más que: “¿Seguís ahí?”
Cada vez que pienso en esto me acuerdo de aquella historia de los frailes y las lentejas… y no puedo evitar la sonrisa.
Quizá este fuera todo el objetivo del mensaje. Hacernos sonreír.
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