El cometa Halley nos visitó en el 86 dejando una estela de garbanzos por el espacio. Estos días nuestro planeta atravesará ese reguero, y cuando esas legumbres entren en contacto con nuestra atmósfera podremos ver cómo se cocinan en forma de estrellas fugaces. Es la lluvia de estrellas de las Eta Acuáridas y alrededor del 6 de mayo son las mejores noches para saborearlas. Pachín, pachín, pachín, mucho cuidado con lo que veis....
Mercurio empieza de nuevo a ser visible al anochecer y el mejor día para verlo será el 17. Cerca de donde se haya puesto el sol. En esos días también empezará a aparecer Venus justo por el horizonte.
A Marte lo vemos ya muy lejano en Gemini y el día 16 lo tendrás debajo de la Luna.
Si tienes un buen cielo, oscuro y sin luna, podrás ver el cúmulo del Pesebre y otros, como M35 a los pies de Gemini, o M37 en Auriga. Son estrellas hermanas, ya adolescentes. Les gusta salir de noche. Y si coges los prismáticos puedes intentar encontrar también los cúmulos globulares M3 y M13. Son apelotonamientos de estrellas que giran alrededor de nuestra galaxia. Las verás como estrellas tenues desenfocadas.
Y si tienes la suerte de tener prismáticos potentes con trípode (15x70 ó 20x80) o un telescopio pequeño ya puedes buscar unas cuantas galaxias como la del remolino (M51), o las de Bode (M81 y M82).
El día 26 volvemos a tener superluna. Acuérdate, una luna llena un pelín más grande de lo normal, porque está muy cerca. Queda bonita en fotos de paisaje pero es el peor día para pasearla con prismáticos.
Y ya empieza a levantar por el este la constelación de la Lira. Trata de encontrar allí un diminuto anillo, M57. Es una nebulosa planetaria, la envoltura gaseosa que expulsa una estrella al terminar su vida. El último estertor de una estrella moribunda. Un empacho, no de garbanzos sino de helio...
No te pierdas la entrada de las imágenes de mayo para verlas al telescopio en tomas de larga exposición.
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